Trastornos y enfermedades nutricionales.
La salud de un individuo requiere obligatoriamente tener una dieta sana, diversa y equilibrada. Cuando este objetivo no se cumple, se producen una serie de trastornos nutricionales que afectan el metabolismo y la vida social del individuo. Estas enfermedades pueden tener orígenes funcionales (por un mal desempeño de los órganos), culturales (por un patrón de consumo inadecuado), sociales (por el ritmo de vida, problemas emocionales o psicológicos, que terminan afectando a la alimentación), económicos (por la incapacidad de conseguir alimentos adecuados), etc. A continuación veremos las principales enfermedades nutricionales, sus causas, sus efectos y sus síntomas.
La anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa (AN) es un trastorno alimentario que se caracteriza por la privación consciente del comer y por la pérdida excesiva de peso. La persona anoréxica tiene un fuerte temor a engordar, y se ve a sí misma de forma distorsionada: aún cuando su cuerpo esté muy delgado, lo nota con sobrepeso. A menudo experimenta estados de ansiedad y fobia, y el trastorno obsesivo- compulsivo (que consiste en tener pensamientos o ideas persistentes creando obsesiones; éstas forman actos compulsivos, por ej: hacer acciones repetitivas, limpiar excesivamente, cortar la comida en trozos pequeños, etc. El enfermo hace todo de forma consciente). También se observa depresión, mal humor, irritabilidad, abandono de las actividades placenteras y un gran retraimiento social y una menor comunicación con los amigos y la familia, lo que lleva a conflictos que acentúan el padecimiento. El enfermo utiliza en forma exagerada productos diet y light. La AN generalmente ocurre en la adolescencia o a comienzos de la edad adulta y es más común en las mujeres. El trastorno alimentario se observa principalmente en personas de alto rendimiento académico y que tienen familia o personalidad orientada hacia el logro de metas. Los síntomas físicos de la AN son los siguientes:
bajo peso
amenorrea (falta de menstruación)
fatiga
hipotensión (baja presión)
intolerancia al frío
lanugo (pelo blanco y fino)
caída del cabello
cansancio
constipación
alteraciones cardíacas
piel seca
uñas frágiles
edemas y osteoporosis ( no en todos los casos)
La causa exacta de la anorexia nerviosa no es conocida pero las investigaciones sugieren que una combinación de ciertos rasgos de la personalidad, patrones emocionales y de pensamientos, así como factores biológicos, sociales, culturales y ambientales podrían ser los responsables.
Las personas con anorexia nerviosa, con frecuencia, usan la comida como una manera de ganar un sentido de control cuando otras áreas de sus vidas están bajo mucho estrés o cuando se sienten abrumados. Los sentimientos de incompetencia, baja autoestima, ansiedad, rabia o soledad también podrían contribuir al desarrollo de este desorden. Adicionalmente, las personas con desórdenes alimenticios podrían tener relaciones problemáticas o tener una historia de haber sufrido burlas respecto a su tamaño o peso. La presión de los amigos y una sociedad que identifica la esbeltez y la apariencia física con la belleza también puede tener un impacto en el desarrollo de la anorexia nerviosa.
Los desórdenes alimenticios también podrían tener causas físicas. Los cambios en las hormonas que controlan la manera como el cuerpo y la mente mantienen el humor, el apetito, los pensamientos y la memoria, podrían fomentar los desórdenes alimenticios. El hecho que la anorexia nerviosa tienda a correr en las familias también sugiere que la susceptibilidad a este desorden podría ser heredada.
El tratamiento de la anorexia nerviosa es un desafío porque la mayoría de las personas que padecen este desorden niegan tener un problema. Las metas del tratamiento incluyen devolverle a la persona un peso saludable, tratar problemas emocionales tales como la baja autoestima, corregir patrones de pensamiento distorsionados y desarrollar cambios de conducta a largo plazo. La terapia se basa en una combinación de tres enfoques:
enfoque médico: evaluación del estado clínico, detección de complicaciones físicas e indicación de la medicación.
Enfoque nutricional: establecer un plan alimentario saludable, apuntando al objetivo de recuperar peso e incorporar al paciente al plan alimentario familiar.
Enfoque psicológico: se trabaja para superar las falsas creencias, corregir la distorsión de la imagen corporal, aumentar la autoestima y mejorar la conducta social.
Si la AN no es tratada a tiempo, puede haber consecuencias muy graves, a saber:
órganos dañados, especialmente el corazón, el cerebro y los riñones.
disminución del tamaño cardíaco
insuficiencia cardíaca
esterilidad
déficit de hormonas tiroides
desregulación de la producción de insulina
cabello fino y quebradizo
déficit de plaquetas
déficit de leucocitos
desnutrición severa
osteoporosis
suicidio
muerte por inanición
La bulimia
La bulimia es un trastorno alimentario que se caracteriza por la aparición súbita de atracones (cuando se come en poco tiempo mucha comida de forma compulsiva) seguidos de un sentimiento de culpa por parte del enfermo, que lo lleva a realizar actos compensatorios inapropiados para evitar subir de peso. Las personas que padecen bulimia son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a comer, pero el sentimiento de vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a ayunar, usar purgativos y provocarse vómitos para prevenir el aumento de peso.
La mayoría de los bulímicos tienen un peso dentro de la normalidad, si bien algunos pueden estar por encima o por debajo, por lo tanto es muy difícil detectar el padecimiento. Tienen una visión distorsionada de sí mismos y temen engordar. El enfermo de bulimia siempre se ve gordo, aun cuando su peso es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer. Los síntomas de la bulimia son los siguientes:
- Episodios de sobrealimentación en los que se consumen grandes cantidades de comida en corto período de tiempo.
- Autoinducción del vómito, utilización de laxantes, diuréticos o fármacos, práctica abusiva de actividades deportivas.
- Baja autoestima y distorsión de la imagen corporal.
- Miedo excesivo a la obesidad.
- Depresión, ansiedad, aislamiento.
- Deshidratación
- Caries
- Bruscos cambios de peso
- Perforación esofágica y gástricas
Las causas de la bulimia son desconocidas, pero se cree que intervienen tres tipos de factores:
factores socioculturales: ideales de delgadez, prejuicios contra la obesidad, ciertas profesiones y deportes que exigen delgadez, malos hábitos alimentarios, preocupación excesiva de los padres por la figura, mala resolución de conflictos.
factores biológicos: antecedentes genéticos, alteraciones en los neurotransmisores cerebrales y alteraciones hormonales.
factores psicológicos: baja autoestima, depresión, trastornos emocionales, perfeccionismo, problemas de autonomía.
El tratamiento de la bulimia se basa en una combinación de enfoques, a saber:
enfoque nutricional: apunta a reducir los atracones incorporando las cuatro comidas principales y diversificando la dieta.
enfoque médico: evalúa el estado clínico y suministra la medicación pertinente.
enfoque psicológico: se trabaja para recuperar la autoestima, las ideas racionales, corregir la distorsión de la imagen corporal, motivar al paciente y reencauzarlo socialmente.
Las consecuencias de la bulimia pueden ser:
pérdida y debilitamiento de dientes.
esofagitis.
disfunción renal.
atrofia muscular.
hiperglucemia.
diabetes.
colapso del sistema renal.
esterilidad.
colapso del hígado.
artritis degenerativa.
ruptura del esófago.
pancreatitis.
desbalances hormonales.
daños en la voz.
cáncer de garganta o cuerdas vocales
parálisis
fallos cardíacos
muerte potencial causada por ataque al corazón o fallo cardíaco; colapso pulmonar; hemorragia interna por apoplejía, fallo del hígado o los riñones; pancreatitis, ruptura gástrica, úlcera perforada o suicidio.
La obesidad
La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por una acumulación anormal o excesiva de grasas en el cuerpo, producto de un balance energético positivo (cuando se incorporan más calorías de las que se utilizan) que genera aumento de peso en el enfermo. Una persona es considerada obesa cuando su IMC es superior a 30. Este trastorno es un importante factor de riesgo para otras patologías tales como la diabetes, los problemas cardiovasculares, hipertensión arterial o distintos tipos de cáncer. Las causas de la obesidad pueden ser:
genéticas: algunos genes involucrados pueden ser predisponentes para desarrollar la enfermedad.
metabólicas: algunas personas pueden tener problemas para absorber los nutrientes o para utilizar eficientemente las calorías.
por sedentarismo: cuando las calorías consumidas no se utilizan, ya que no se realizan actividades físicas ni de gran esfuerzo.
psicológicas: la depresión, la ansiedad, los conflictos con la familia o los amigos pueden predisponer a desarrollar la enfermedad.
por ingesta exagerada: al haber más calorías de las necesarias, las sobrantes se almacenan en el organismo.
socioculturales: el ritmo de vida, los malos hábitos alimentarios, los conflictos interpersonales y los problemas económicos pueden ser otros factores determinantes.
El tratamiento ideal de la obesidad consiste en un enfoque multidisciplinario basado en:
disminución de las calorías consumidas.
aumento de la actividad física.
indicación de fármacos (si son necesarios)
ayuda psicológica (si es necesaria).
en casos graves, se pueden realizar operaciones quirúrgicas.
modificación del estilo de vida.
Las consecuencias de la obesidad pueden ser:
hiperinsulinemia
hipertensión arterial
insuficiencia cardíaca
dilatación del ventrículo
insuficiencia venosa periférica
hipercolesterolemia
problemas respiratorios
cáncer
discriminación social y trastornos psicológicos
muerte potencial por fallos cardíacos y/o pulmonares, hipertensión, cáncer, obstrucción de venas y arterias, o suicidio.
Desnutrición
La desnutrición es un estado patológico provocado por la falta de ingesta o absorción de alimentos o por estados de exceso de gasto metabólico. Los síntomas de la desnutrición son: fatiga, mareos, palidez, alteraciones en la coagulación, pérdida de peso y disminución de la respuesta inmune. Tiene un efecto dañino sobre todos los sistemas orgánicos. Las causas de la desnutrición son:
factores socioeconómicos: la pobreza y las dificultades económicas son las principales causas de la desnutrición. La gran mayoría de las personas que tienen este trastorno son pobres o indigentes.
factores metabólicos: mala absorción o digestión de los nutrientes.
padecer anorexia, bulimia, alcoholismo, diarrea crónica, cáncer o sida.
seguir dietas muy estrictas o dietas vegetarianas inadecuadas.
en los ancianos, pérdida del apetito y del sentido del gusto.
El tratamiento se diferencia por la edad, gravedad y causa del trastorno, pero coincide en los siguientes enfoques básicos: restablecer los nutrientes faltantes, de forma rápida si la enfermedad es leve y de forma cuidadosa para no generar rechazos si es grave, suministrar medicación, si es necesaria y combatir con los métodos pertinentes los trastornos que produjo el padecimiento. Sin embargo, en la mayoría de los casos el enfermo curado vuelve a desnutrirse porque no puede conseguir los recursos económicos para alimentarse adecuadamente. La desnutrición puede provocar disminución de la tensión arterial, hipoglucemia, retardo del crecimiento en los niños, retraso mental, invalidez y muerte por inanición.
Anemia
La anemia es un trastorno frecuente que se caracteriza por la carencia de glóbulos rojos o hemoglobina en sangre. Los síntomas de esta enfermedad son:
dolor torácico y hormigueo
vértigo o mareo (especialmente al pararse o hacer esfuerzos)
fatiga o falta de energía
dolores de cabeza y problemas para concentrarse
dificultad para respirar, especialmente durante actividades físicas.
Las causas de la anemia pueden ser:
embarazo
dieta deficiente
problemas inmunitarios que destruyen células sanguíneas
problemas genéticos
pérdida de sangre
ingesta de ciertos medicamentos
El tratamiento se debe orientar hacia la causa de la anemia y puede incluir:
transfusiones de sangre
medicamentos para inhibir el sistema inmunitario
medicamentos que ayudan a la médula ósea a producir más eritrocitos
suplementos de hierro, vitaminas y nutrientes.
Las consecuencias de la anemia pueden ser: retraso en el crecimiento, pérdida del embarazo, bajo nivel de oxígeno en órganos vitales, riesgo de fallos cardiovasculares, menor resistencia a enfermedades, riesgo de intoxicación con metales pesados.
Diabetes
La diabetes es un trastorno relacionado con la absorción de la glucosa por el organismo. Cuando la glucosa es sintetizada por el sistema digestivo, pasa a la sangre para que ésta la distribuya por todas las células del cuerpo. Para que la glucemia (así se llama a la glucosa cuando está en sangre) ingrese en la célula, es necesaria la participación de la hormona insulina, secretada por el páncreas. Si la producción de insulina es insuficiente o nula, o si la célula no responde normalmente a esta sustancia, la glucemia no puede ingresar a la célula, quedándose en la sangre produciéndose hiperglucemia. También los niveles pueden disminuir anormalmente generando hipoglucemia. Quienes padecen esta enfermedad deben adoptar un estilo de vida sano, incluir un monitoreo de los niveles de azúcar en la sangre después de la ingesta de alimentos, realizar obligatoriamente ejercicio, seguir un dieta balanceada, tomar medicamentos y usar insulina, todo ello con el fin de evitar las terribles complicaciones.
Las consecuencias de la diabetes pueden ser: daños de capilares y venas, amputación de miembros por daños en la circulación, fallos hepáticos, renales, daños en los ojos, y en casos graves coma diabético seguido de muerte.
Vigorexia
La vigorexia es un trastorno alimentario caracterizado por la presencia de una preocupación obsesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal. Implica una adicción a la actividad física (especialmente a la musculación): los vigoréxicos suelen realizar ejercicio físico excesivo, a fin de lograr un desarrollo muscular mayor de lo normal, pues de lo contrario se sienten débiles o enclenques. A esta exigencia se suma un trastorno en la alimentación que se hace patente en una dieta poco equilibrada en donde la cantidad de proteínas y carbohidratos consumidos es excesiva, mientras que la cantidad de lípidos se reduce. Esto puede ocasionar alteraciones metabólicas importantes, sobre todo cuando el vigoréxico consume esteroides que ocasionan cambios de humor repentinos. Es más mortal que la anorexia y bulimia, ya que el cuerpo humano sólo puede soportar un período máximo de 6 meses con éstos trastornos. Los síntomas de la vigorexia son:
baja autoestima
mareos
convulsiones
dolor de cabeza
taquicardia
expresar preocupación por el peso y la imagen corporal
hacer ejercicio excesivo
aislarse socialmente
Las consecuencias de la vigorexia pueden ser:
aumento de la presión arterial
cansancio crónico
disfunción del aparato reproductor
enfermedades del corazón y el hígado.
problemas óseos y articulares
cáncer de próstata
Otras enfermedades nutricionales
Gastritis: es la inflamación de la mucosa gástrica. Se observa comúnmente en personas con trastornos emocionales, problemas renales y bronquiales, con el consumo de alimentos irritantes o en exceso. Sus síntomas son náuseas, dolor epigástrico, sensación de saciedad, hemorragias, vómitos y mal estado en general.
Úlceras: son lesiones abiertas con forma de cráter con escasa o nula tendencia a la cicatrización. Generalmente se producen en el estómago y la boca, pero también pueden aparecer en el duodeno.
Diverticulitis: se trata de evaginaciones en zonas débiles de la pared intestinal. Su aparición se ve favorecida por dietas pobres en fibras. Los síntomas incluyen dolores abdominales, constipación, diarrea y flatulencia.
Celiaquía: es una enfermedad genética que se caracteriza por una intolerancia al gluten y un acortamiento de las vellosidades intestinales. Es incurable y provoca diarrea, vómitos, pérdida de peso, cambios de carácter, anemia, etc. Para no padecer estos síntomas es necesario realizar una dieta que no incluya gluten (está presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno).
La salud de un individuo requiere obligatoriamente tener una dieta sana, diversa y equilibrada. Cuando este objetivo no se cumple, se producen una serie de trastornos nutricionales que afectan el metabolismo y la vida social del individuo. Estas enfermedades pueden tener orígenes funcionales (por un mal desempeño de los órganos), culturales (por un patrón de consumo inadecuado), sociales (por el ritmo de vida, problemas emocionales o psicológicos, que terminan afectando a la alimentación), económicos (por la incapacidad de conseguir alimentos adecuados), etc. A continuación veremos las principales enfermedades nutricionales, sus causas, sus efectos y sus síntomas.
La anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa (AN) es un trastorno alimentario que se caracteriza por la privación consciente del comer y por la pérdida excesiva de peso. La persona anoréxica tiene un fuerte temor a engordar, y se ve a sí misma de forma distorsionada: aún cuando su cuerpo esté muy delgado, lo nota con sobrepeso. A menudo experimenta estados de ansiedad y fobia, y el trastorno obsesivo- compulsivo (que consiste en tener pensamientos o ideas persistentes creando obsesiones; éstas forman actos compulsivos, por ej: hacer acciones repetitivas, limpiar excesivamente, cortar la comida en trozos pequeños, etc. El enfermo hace todo de forma consciente). También se observa depresión, mal humor, irritabilidad, abandono de las actividades placenteras y un gran retraimiento social y una menor comunicación con los amigos y la familia, lo que lleva a conflictos que acentúan el padecimiento. El enfermo utiliza en forma exagerada productos diet y light. La AN generalmente ocurre en la adolescencia o a comienzos de la edad adulta y es más común en las mujeres. El trastorno alimentario se observa principalmente en personas de alto rendimiento académico y que tienen familia o personalidad orientada hacia el logro de metas. Los síntomas físicos de la AN son los siguientes:
bajo peso
amenorrea (falta de menstruación)
fatiga
hipotensión (baja presión)
intolerancia al frío
lanugo (pelo blanco y fino)
caída del cabello
cansancio
constipación
alteraciones cardíacas
piel seca
uñas frágiles
edemas y osteoporosis ( no en todos los casos)
La causa exacta de la anorexia nerviosa no es conocida pero las investigaciones sugieren que una combinación de ciertos rasgos de la personalidad, patrones emocionales y de pensamientos, así como factores biológicos, sociales, culturales y ambientales podrían ser los responsables.
Las personas con anorexia nerviosa, con frecuencia, usan la comida como una manera de ganar un sentido de control cuando otras áreas de sus vidas están bajo mucho estrés o cuando se sienten abrumados. Los sentimientos de incompetencia, baja autoestima, ansiedad, rabia o soledad también podrían contribuir al desarrollo de este desorden. Adicionalmente, las personas con desórdenes alimenticios podrían tener relaciones problemáticas o tener una historia de haber sufrido burlas respecto a su tamaño o peso. La presión de los amigos y una sociedad que identifica la esbeltez y la apariencia física con la belleza también puede tener un impacto en el desarrollo de la anorexia nerviosa.
Los desórdenes alimenticios también podrían tener causas físicas. Los cambios en las hormonas que controlan la manera como el cuerpo y la mente mantienen el humor, el apetito, los pensamientos y la memoria, podrían fomentar los desórdenes alimenticios. El hecho que la anorexia nerviosa tienda a correr en las familias también sugiere que la susceptibilidad a este desorden podría ser heredada.
El tratamiento de la anorexia nerviosa es un desafío porque la mayoría de las personas que padecen este desorden niegan tener un problema. Las metas del tratamiento incluyen devolverle a la persona un peso saludable, tratar problemas emocionales tales como la baja autoestima, corregir patrones de pensamiento distorsionados y desarrollar cambios de conducta a largo plazo. La terapia se basa en una combinación de tres enfoques:
enfoque médico: evaluación del estado clínico, detección de complicaciones físicas e indicación de la medicación.
Enfoque nutricional: establecer un plan alimentario saludable, apuntando al objetivo de recuperar peso e incorporar al paciente al plan alimentario familiar.
Enfoque psicológico: se trabaja para superar las falsas creencias, corregir la distorsión de la imagen corporal, aumentar la autoestima y mejorar la conducta social.
Si la AN no es tratada a tiempo, puede haber consecuencias muy graves, a saber:
órganos dañados, especialmente el corazón, el cerebro y los riñones.
disminución del tamaño cardíaco
insuficiencia cardíaca
esterilidad
déficit de hormonas tiroides
desregulación de la producción de insulina
cabello fino y quebradizo
déficit de plaquetas
déficit de leucocitos
desnutrición severa
osteoporosis
suicidio
muerte por inanición
La bulimia
La bulimia es un trastorno alimentario que se caracteriza por la aparición súbita de atracones (cuando se come en poco tiempo mucha comida de forma compulsiva) seguidos de un sentimiento de culpa por parte del enfermo, que lo lleva a realizar actos compensatorios inapropiados para evitar subir de peso. Las personas que padecen bulimia son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a comer, pero el sentimiento de vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a ayunar, usar purgativos y provocarse vómitos para prevenir el aumento de peso.
La mayoría de los bulímicos tienen un peso dentro de la normalidad, si bien algunos pueden estar por encima o por debajo, por lo tanto es muy difícil detectar el padecimiento. Tienen una visión distorsionada de sí mismos y temen engordar. El enfermo de bulimia siempre se ve gordo, aun cuando su peso es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer. Los síntomas de la bulimia son los siguientes:
- Episodios de sobrealimentación en los que se consumen grandes cantidades de comida en corto período de tiempo.
- Autoinducción del vómito, utilización de laxantes, diuréticos o fármacos, práctica abusiva de actividades deportivas.
- Baja autoestima y distorsión de la imagen corporal.
- Miedo excesivo a la obesidad.
- Depresión, ansiedad, aislamiento.
- Deshidratación
- Caries
- Bruscos cambios de peso
- Perforación esofágica y gástricas
Las causas de la bulimia son desconocidas, pero se cree que intervienen tres tipos de factores:
factores socioculturales: ideales de delgadez, prejuicios contra la obesidad, ciertas profesiones y deportes que exigen delgadez, malos hábitos alimentarios, preocupación excesiva de los padres por la figura, mala resolución de conflictos.
factores biológicos: antecedentes genéticos, alteraciones en los neurotransmisores cerebrales y alteraciones hormonales.
factores psicológicos: baja autoestima, depresión, trastornos emocionales, perfeccionismo, problemas de autonomía.
El tratamiento de la bulimia se basa en una combinación de enfoques, a saber:
enfoque nutricional: apunta a reducir los atracones incorporando las cuatro comidas principales y diversificando la dieta.
enfoque médico: evalúa el estado clínico y suministra la medicación pertinente.
enfoque psicológico: se trabaja para recuperar la autoestima, las ideas racionales, corregir la distorsión de la imagen corporal, motivar al paciente y reencauzarlo socialmente.
Las consecuencias de la bulimia pueden ser:
pérdida y debilitamiento de dientes.
esofagitis.
disfunción renal.
atrofia muscular.
hiperglucemia.
diabetes.
colapso del sistema renal.
esterilidad.
colapso del hígado.
artritis degenerativa.
ruptura del esófago.
pancreatitis.
desbalances hormonales.
daños en la voz.
cáncer de garganta o cuerdas vocales
parálisis
fallos cardíacos
muerte potencial causada por ataque al corazón o fallo cardíaco; colapso pulmonar; hemorragia interna por apoplejía, fallo del hígado o los riñones; pancreatitis, ruptura gástrica, úlcera perforada o suicidio.
La obesidad
La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por una acumulación anormal o excesiva de grasas en el cuerpo, producto de un balance energético positivo (cuando se incorporan más calorías de las que se utilizan) que genera aumento de peso en el enfermo. Una persona es considerada obesa cuando su IMC es superior a 30. Este trastorno es un importante factor de riesgo para otras patologías tales como la diabetes, los problemas cardiovasculares, hipertensión arterial o distintos tipos de cáncer. Las causas de la obesidad pueden ser:
genéticas: algunos genes involucrados pueden ser predisponentes para desarrollar la enfermedad.
metabólicas: algunas personas pueden tener problemas para absorber los nutrientes o para utilizar eficientemente las calorías.
por sedentarismo: cuando las calorías consumidas no se utilizan, ya que no se realizan actividades físicas ni de gran esfuerzo.
psicológicas: la depresión, la ansiedad, los conflictos con la familia o los amigos pueden predisponer a desarrollar la enfermedad.
por ingesta exagerada: al haber más calorías de las necesarias, las sobrantes se almacenan en el organismo.
socioculturales: el ritmo de vida, los malos hábitos alimentarios, los conflictos interpersonales y los problemas económicos pueden ser otros factores determinantes.
El tratamiento ideal de la obesidad consiste en un enfoque multidisciplinario basado en:
disminución de las calorías consumidas.
aumento de la actividad física.
indicación de fármacos (si son necesarios)
ayuda psicológica (si es necesaria).
en casos graves, se pueden realizar operaciones quirúrgicas.
modificación del estilo de vida.
Las consecuencias de la obesidad pueden ser:
hiperinsulinemia
hipertensión arterial
insuficiencia cardíaca
dilatación del ventrículo
insuficiencia venosa periférica
hipercolesterolemia
problemas respiratorios
cáncer
discriminación social y trastornos psicológicos
muerte potencial por fallos cardíacos y/o pulmonares, hipertensión, cáncer, obstrucción de venas y arterias, o suicidio.
Desnutrición
La desnutrición es un estado patológico provocado por la falta de ingesta o absorción de alimentos o por estados de exceso de gasto metabólico. Los síntomas de la desnutrición son: fatiga, mareos, palidez, alteraciones en la coagulación, pérdida de peso y disminución de la respuesta inmune. Tiene un efecto dañino sobre todos los sistemas orgánicos. Las causas de la desnutrición son:
factores socioeconómicos: la pobreza y las dificultades económicas son las principales causas de la desnutrición. La gran mayoría de las personas que tienen este trastorno son pobres o indigentes.
factores metabólicos: mala absorción o digestión de los nutrientes.
padecer anorexia, bulimia, alcoholismo, diarrea crónica, cáncer o sida.
seguir dietas muy estrictas o dietas vegetarianas inadecuadas.
en los ancianos, pérdida del apetito y del sentido del gusto.
El tratamiento se diferencia por la edad, gravedad y causa del trastorno, pero coincide en los siguientes enfoques básicos: restablecer los nutrientes faltantes, de forma rápida si la enfermedad es leve y de forma cuidadosa para no generar rechazos si es grave, suministrar medicación, si es necesaria y combatir con los métodos pertinentes los trastornos que produjo el padecimiento. Sin embargo, en la mayoría de los casos el enfermo curado vuelve a desnutrirse porque no puede conseguir los recursos económicos para alimentarse adecuadamente. La desnutrición puede provocar disminución de la tensión arterial, hipoglucemia, retardo del crecimiento en los niños, retraso mental, invalidez y muerte por inanición.
Anemia
La anemia es un trastorno frecuente que se caracteriza por la carencia de glóbulos rojos o hemoglobina en sangre. Los síntomas de esta enfermedad son:
dolor torácico y hormigueo
vértigo o mareo (especialmente al pararse o hacer esfuerzos)
fatiga o falta de energía
dolores de cabeza y problemas para concentrarse
dificultad para respirar, especialmente durante actividades físicas.
Las causas de la anemia pueden ser:
embarazo
dieta deficiente
problemas inmunitarios que destruyen células sanguíneas
problemas genéticos
pérdida de sangre
ingesta de ciertos medicamentos
El tratamiento se debe orientar hacia la causa de la anemia y puede incluir:
transfusiones de sangre
medicamentos para inhibir el sistema inmunitario
medicamentos que ayudan a la médula ósea a producir más eritrocitos
suplementos de hierro, vitaminas y nutrientes.
Las consecuencias de la anemia pueden ser: retraso en el crecimiento, pérdida del embarazo, bajo nivel de oxígeno en órganos vitales, riesgo de fallos cardiovasculares, menor resistencia a enfermedades, riesgo de intoxicación con metales pesados.
Diabetes
La diabetes es un trastorno relacionado con la absorción de la glucosa por el organismo. Cuando la glucosa es sintetizada por el sistema digestivo, pasa a la sangre para que ésta la distribuya por todas las células del cuerpo. Para que la glucemia (así se llama a la glucosa cuando está en sangre) ingrese en la célula, es necesaria la participación de la hormona insulina, secretada por el páncreas. Si la producción de insulina es insuficiente o nula, o si la célula no responde normalmente a esta sustancia, la glucemia no puede ingresar a la célula, quedándose en la sangre produciéndose hiperglucemia. También los niveles pueden disminuir anormalmente generando hipoglucemia. Quienes padecen esta enfermedad deben adoptar un estilo de vida sano, incluir un monitoreo de los niveles de azúcar en la sangre después de la ingesta de alimentos, realizar obligatoriamente ejercicio, seguir un dieta balanceada, tomar medicamentos y usar insulina, todo ello con el fin de evitar las terribles complicaciones.
Las consecuencias de la diabetes pueden ser: daños de capilares y venas, amputación de miembros por daños en la circulación, fallos hepáticos, renales, daños en los ojos, y en casos graves coma diabético seguido de muerte.
Vigorexia
La vigorexia es un trastorno alimentario caracterizado por la presencia de una preocupación obsesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal. Implica una adicción a la actividad física (especialmente a la musculación): los vigoréxicos suelen realizar ejercicio físico excesivo, a fin de lograr un desarrollo muscular mayor de lo normal, pues de lo contrario se sienten débiles o enclenques. A esta exigencia se suma un trastorno en la alimentación que se hace patente en una dieta poco equilibrada en donde la cantidad de proteínas y carbohidratos consumidos es excesiva, mientras que la cantidad de lípidos se reduce. Esto puede ocasionar alteraciones metabólicas importantes, sobre todo cuando el vigoréxico consume esteroides que ocasionan cambios de humor repentinos. Es más mortal que la anorexia y bulimia, ya que el cuerpo humano sólo puede soportar un período máximo de 6 meses con éstos trastornos. Los síntomas de la vigorexia son:
baja autoestima
mareos
convulsiones
dolor de cabeza
taquicardia
expresar preocupación por el peso y la imagen corporal
hacer ejercicio excesivo
aislarse socialmente
Las consecuencias de la vigorexia pueden ser:
aumento de la presión arterial
cansancio crónico
disfunción del aparato reproductor
enfermedades del corazón y el hígado.
problemas óseos y articulares
cáncer de próstata
Otras enfermedades nutricionales
Gastritis: es la inflamación de la mucosa gástrica. Se observa comúnmente en personas con trastornos emocionales, problemas renales y bronquiales, con el consumo de alimentos irritantes o en exceso. Sus síntomas son náuseas, dolor epigástrico, sensación de saciedad, hemorragias, vómitos y mal estado en general.
Úlceras: son lesiones abiertas con forma de cráter con escasa o nula tendencia a la cicatrización. Generalmente se producen en el estómago y la boca, pero también pueden aparecer en el duodeno.
Diverticulitis: se trata de evaginaciones en zonas débiles de la pared intestinal. Su aparición se ve favorecida por dietas pobres en fibras. Los síntomas incluyen dolores abdominales, constipación, diarrea y flatulencia.
Celiaquía: es una enfermedad genética que se caracteriza por una intolerancia al gluten y un acortamiento de las vellosidades intestinales. Es incurable y provoca diarrea, vómitos, pérdida de peso, cambios de carácter, anemia, etc. Para no padecer estos síntomas es necesario realizar una dieta que no incluya gluten (está presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno).
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